Sergio Rademacher analizó cómo han enfrentado las empresas el enorme desafío de la pandemia, los retos de la ciberseguridad y cómo ve el futuro del trabajo.
"Trabajé en Virtualia y fue una experiencia fantástica. Fui uno de los primeros empleados. Su gran problema no fue nacer en el tiempo equivocado, sino en el lugar", recuerda Sergio Rademacher, gerente de Microsoft Chile, sobre su experiencia laboral a comienzos de siglo, como ingeniero de desarrollo de la comunidad virtual donde circulaban los recordados fanimanis.
Luego de esa divertida experiencia, Rademacher pasó por varias compañías, siendo Sonda donde permaneció más tiempo. Desde 2017 está a cargo de Microsoft Chile y a un año del inicio de la pandemia y el trabajo remoto, este ingeniero hace una reflexión sobre cómo cambió la manera de trabajar con el cierre de las oficinas.
"Lo que estamos viendo hoy día no es teletrabajo, es cuarentena y trabajando desde la casa. Teletrabajo es cuando tú puedes decidir trabajar de donde quieras. Esto es trabajo remoto obligado, no es teletrabajo, con los niños haciendo telecolegio, con los gritos, es un desafío. Va a ser increíble cuando se abran los colegios y uno pueda trabajar desde la casa. El futuro va a ser híbrido", dice a Las3Claves.
- ¿Cuáles han sido los retos para Microsoft Chile en la pandemia?
- Hay cosas en que estábamos mejor preparados que otras organizaciones porque tenemos la tecnología, la cultura de trabajo remoto, cada uno tiene claro lo que tiene que hacer. Es una cultura súper orientada a resultados, a lograr los objetivos. Pero también fue un desafío porque una cosa es que tú decidas cuándo quieres trabajar desde la casa y otra cosa fue lo que pasó hace más de un año, cuando la oficina se cerró y nos fuimos todos para la casa.
"Por mucho que uno tenga las habilidades, la tecnología, no significa que la vayas a ocupar a cabalidad, necesariamente. En mi caso, con toda la tecnología, todo el soporte, pero seguía pensando muchas veces en modalidad más tradicional, que me gusta ir a la oficina, estar con la gente, interactuar".
"El estallido social ayudó mucho para prepararse para la pandemia porque antes de eso, era un escenario bastante ficticio no tener que ir a la oficina. Planteó que era real, que por diversos motivos podría ocurrir una desestabilización de la sociedad que te impedía ir a trabajar. Los planes de contingencia teóricos se empezaron a probar y cuando llegamos a la pandemia, fue sólo acelerarlo".
- ¿Va alguien a la oficina?
- No, la tenemos completamente cerrada desde el año pasado y tampoco tenemos mucho apuro de ir. Quizás Microsoft Mesh nos va a llevar al 3D, de poder estar más presencial. Ahora la oficina es un concepto, no un lugar. El escenario de operación híbrido va a estar un tiempo bien importante. Nosotros publicamos el índice de tendencias laborales del 2021 que tiene algunas cosas evidentes como que las interacciones sociales han disminuido de manera importante. También se duplicó la cantidad de reuniones comparado con el año pasado y sólo en febrero se recibieron 40 mil millones de correos adicionales que en febrero de 2020.
- Cristóbal Griffero, de Fintoc, nos dijo que con la pandemia las reuniones de pega se están poniendo demasiado prácticas, poco creativas.
- Estoy 100% de acuerdo. La clave es ser intencionado, armar cafés virtuales, querer relacionarse. Se perdió la reunión de pasillo, el café. Faltan esos espacios. En las reuniones de pega, tenemos algo que llamamos el check-in, de saber cómo está el otro. Tenemos que causar que ocurran estas interacciones.
- ¿Cómo ha sido el panorama de las amenazas cibernéticas en el trabajo remoto?
- Es sorpresivo el aumento de los ciberataques, pero no inesperado. Chile es un país que tiene varios atributos que lo hacen interesante para un ciberatacante como una industria de telecomunicaciones muy desarrollada y muchos servicios que se expusieron tempranamente a internet (como la transferencia electrónicas entre bancos). Como aumentó la demanda de servicios en la nube, mucha gente pudo migrar al mundo digital pero no con toda la cobertura que pudo haber tenido. Aumentó la superficie de ataque.
"La tecnología está, pero falta que las empresas le tomen el peso. He estado en directorios de empresas y les he dicho que si no estás invirtiendo un monto relevante que tiene que pasar por el directorio, significa que no estai invirtiendo lo suficiente. En ciberseguridad se ha invertido muy poco en los últimos años y el nivel de profesionalismo de los atacantes ha aumentado, por lo que tienes que aumentar las defensas. Los principales atacantes vienen de China, Rusia, Corea del Norte, hemos visto un aumento también de Corea del Sur".
- El año pasado, con los ataques de ransomware, los expertos apuntaban a software no actualizados de Microsoft como punto de acceso.
- El tema del parchado no es de Microsoft, sino de la política de las organizaciones. Al final del día, uno desarrolla un software, le vas poniendo nuevas funcionalidades y en algún momento eso genera un potencial ataque. Con los iPhone, Linux y Mac también pasa lo mismo. Es algo intrínseco: al agregar funcionalidades, hay que poner nuevos seguros.
"El problema de fondo no es el parchado, sino es la identidad. Puedes parar el 98% de los ataques con la autenticación de dos factores. Si tienes tu password solamente y te llega un sitio de phishing y metes tu clave, los cibercriminales lo capturan y lo usan. Pero si tienes algún tipo de control biométrico, no van a poder entrar. La identidad es la parte más débil. El Authenticator de Microsoft es gratis y es una muy buena medida".
- ¿Cuáles crees que son las fortalezas de Chile en el mundo de la innovación y la tecnología?
- Número uno, la gente. Chile tiene un súper buen ecosistema de emprendedores, buena gente con hartas ganas. Nos falta creernos más el cuento y en pensar cualquier emprendimiento para que sea regional y global. A las startups chilenas les va súper bien acá, pero les cuesta salir a otros mercados, muchas veces porque se diseña el producto para el mercado local.
Lo otro es Transforma Chile, que es un tremendo diferenciador para el país, donde vamos a entrenar a 180 mil personas en habilidades digitales porque los servicios de la nube van a estar locales en esta nube de datacenters y tenemos que asegurarnos que la mayor cantidad de personas puedan aprovecharlo. No lo tienen otros país de Latinoamérica.
Las3Claves del futuro del trabajo:
1.- Va a ser súper importante cómo los liderazgos de las organizaciones se conectan de mejor manera con los empleados. El trabajo remoto es súper horizontal porque cada uno tiene el mismo espacio en la pantalla, en las ventanitas. Además, como algunas reuniones son tan masivas, muchas veces el mensaje se salta capas y llega directamente a la persona que tenía que recibir el mensaje, no hay filtro.
2.- La productividad que tenemos hoy, que se ve alta, hay que repensarla. Muchas veces es porque estás trabajando muchas más horas, porque nos hemos ahorrado tiempo de desplazamiento. Aumentaste la jornada laboral y tener tantas reuniones generan desgaste.
3.- No nos ha pegado a todos de la misma manera el trabajo remoto. La Generación Z está más en riesgo porque es la que menos historia de trabajo laboral on-premise (en terreno), con redes menos desarrolladas. Con la situación actual se reducen las redes y para tener buena innovación es importantísimo tener diversidad, la que se puede ver afectada.
