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  • Innovación
  • 12 de enero 2021

El futuro de las redes sociales tras el baneo a Trump

¿Tienen demasiado poder las redes sociales? Expertos analizan los posibles cambios que vendrán tras el bloqueo de las cuentas del mandatario estadounidense.

Cony Sturm

La decisión de Facebook y Twitter de bloquear las cuentas del presidente de EE.UU., Donald Trump, ha generado una serie de reacciones respecto a si las plataformas deben tener el poder para tomar estas decisiones. La canciller de Alemania, Angela Merkel, opinó este lunes que deberían ser los gobiernos y no las empresas privadas las que definan las reglas sobre la libertad de expresión.

"La canciller ve el cierre total de la cuenta de un presidente electo como algo problemático", afirmó su vocero Steffen Seibert. "Esto debiera ser decidido por los ciudadanos, no por un CEO", dijo de forma similar a Bloomberg TV el subsecretario francés de Asuntos de la Unión Europea, Clement Beaune.

El bloqueo de las cuentas de Trump en todos los servicios "es una decisión enteramente de mercado", dice Claudio Ruiz, abogado affiliate en Berkman Klein Center for Internet & Society de la Universidad de Harvard. Twitter indicó que ya ha bloqueado más de 70.000 cuentas que compartían desinformación y teorías de la conspiración asociadas al ataque al Capitolio.

"El mirar con simpatía (el baneo de cuentas fascistas) te lleva a la conclusión lógica de que te parece bien que sea el mercado, las empresas en este caso, quienes regulen qué tipo de contenido está en Internet, qué tipo de contenido llega o no al público que tiene que llegar. Hoy día son fascistas los bloqueados y nos parece bacán, pero mañana pueden ser otras cosas", dice, lo que abre la puerta a que exista un debate serio al respecto.

El problema de la amplificación

Foto de Juliana Romão vía Unsplash

Las redes pueden moderar contenidos y de hecho lo hacen continuamente al bloquear cuentas reportadas por otros usuarios o eliminar imágenes violentas o pornográficas, por ejemplo. En la mayoría de los casos estas decisiones no generan ninguna polémica.

"Las redes sociales tienen condiciones de operación definidas en sus términos y condiciones, por esto son tan importantes y deben ser visibles y firmados por los interesados en crear o abrir cuentas en cualquier red", dice Andrés Pumarino, socio de Legaltrust, abogado especializado en derecho y tecnología. Una red social "es un espacio para conversar, debatir y expresar posturas pero todas ellas tienen un límite", señala.

"Cada red social dispone a los potenciales interesados en participar de ella de un contrato click. Las sanciones que pueden recibir los usuarios al momento de incurrir en algunas de las prohibiciones están estipuladas en ese contrato click, por lo tanto, si se dan las condiciones la red social se reserva el derecho para cerrar la cuenta a la persona u organización que vulnere esas exigencias", agrega Pumarino.

Más allá de los términos y condiciones, el bloqueo a Trump y sus seguidores destaca una complejidad propia de las redes sociales. "El problema que tienes acá es la amplificación de ciertos discursos, que en las últimas décadas habían sido más bien minoritarios y que a través de estas plataformas encuentran un lugar donde amplificarse de formas que no habíamos esperado", explica Claudio Ruiz.

Desterrar a estos usuarios de estas plataformas no hace que ellos dejen de existir, sino que los obliga a migrar hacia otros espacios. "Va a haber nuevos lugares donde esta gente se va a reunir e intercambiar información. El tema es, cuando no lo hacen en Facebook, sin la posibilidad de hacer outreach a 2 millones de personas, el efecto que eso tiene es bastante menor. Por tanto el problema tiene mas que ver con la amplificacion del contenido, y eso tiene que ver con cómo están reguladas y cómo han sido configuradas las redes sociales", afirma Ruiz.

La regulación que viene

Las acciones de Twitter cayeron fuertemente este lunes tras su decisión de banear al presidente. La explicación para la baja estaría en que la empresa estaría "invitando a la regulación" con sus decisiones. En Estados Unidos, "la normativa protege a los proveedores de servicios de Internet cuando los contenidos han sido producidos por terceros", señala Andrés Pumarino. Es lo que se conoce como la Sección 230, que hace que plataformas como Facebook o Twitter no sean responsables por los mensajes publicados por los usuarios, y les permite eliminarlos después de que estos han sido subidos a la plataforma si no cumplen con sus términos de servicio.

La sección 230, introducida en 1996, ya estaba en discusión antes del bloqueo a Trump. Los republicanos alegan que permite a las empresas "censurar demasiado", afirmando que las plataformas bloquean continuamente contenidos asociados a ideas conservadoras. Por el contrario, los demócratas opinan que la ley es insuficiente ya que permite que las empresas no se hagan responsables de la proliferación de contenidos dañinos, como incitación al odio, conspiraciones e información falsa. Entidades como la Electronic Frontier Foundation (EFF) la defienden tal como está y argumentan que es uno de los pilares que permiten la libertad de expresión y la innovación en Internet.

Para Ruiz, esta puede ser una oportunidad para "mirar la seccion 230 pero con los ojos de hoy día, con los efectos que nosotros sabemos que existen hoy" y que no podían haber sido imaginados en 1996. Se trata de un problema que "es súper difícil de resolver. Cualquier tipo de solución va a tener siempre un trade-off, elementos negativos que vas a tener que asumir cuando tomas una decisión regulatoria".